El poema de los tiliches

Agarro mis tiliches 
y me llego con ese
descaro que me caracteriza 
a tu casa

A alimentar a tu perro
a vivir de tus ojos
a comer sueños con levadura
a vivir fuera de la horfandad

Luego, 
a los meses
te preguntarás
si todo esto habrá valido 
medianamente la pena
cuando tu perro esté enfermo
tus ojos agotados 
los sueños extintos
junto a los tiliches que no 
quisite aceptar

Ángel Elías

2 comentarios:

Aguacero en verano dijo...

¿Y no son esos, inevitablemente, los riesgos del vivir?

Angel Elías dijo...

Aguacero en Verano, tan refrescante comentario,,, ese es el riesgo que todos tomamos, qué sería de nosotros sin ellos, una constante sin sentido... un poco de amor y tomar nuevamente los tiliches je

 

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